domingo, 20 de octubre de 2013

Un simple gesto.

No es la primera vez que hablamos de este tema, y probablemente no será la última, pero si logramos convencer de hacer lo correcto aunque solo sea a una persona, nos daremos por satisfechos.

Esta mañana Perrito A se ha encontrado a Perrito B y como siempre se han estado saludando mientras el dueño de Perrito B seguía su camino. Después del saludo Perrito B se ha puesto a hacer sus cosas, pero su dueño no se ha enterado. Después de un momento el dueño ha silbado y Perrito B ha acudido a la llamada. Pero el excremento ha quedado sin recoger.

Salir a pasear con tu perro no es sólo enseñarle a que venga a tu llamada, es también estar pendiente de otras personas, niños, otros perros y sobre todo de tu propio perro. 


De todos es sabido que la mayoría de los perros hacen sus necesidades durante los primeros minutos del paseo. Estando atentos y retirando sus excrementos ayudaríamos a evitar campañas de odio indiscriminado como la que estamos sufriendo en Salamanca por envenenadores psicóticos. 

Para la mayoría de las personas, la mayor queja hacia los perros es que sus dueños no recogen sus cacas y la ciudad está sucia. Y es cierto, esta ciudad está sucia. Desde luego condenar a la pena de muerte por envenenamiento a un perro porque su dueño es sucio no es la solución. 

Pero hay solución, y está en tu mano. Sólo tienes que cubrirla con una bolsa, recoger los excrementos de tu perro y tirarla en la papelera más cercana. 

Así de sencillo.