Al pan, pan y al vino, vino.

¿A quién le suena la imagen de ver a niños con sus padres o abuelos dando de comer pan a las palomas, gorriones, patos...? Lo hemos hecho de pequeños y lo hacemos de mayores con nuestros hijos, sobrinos, nietos... Con toda nuestra buena voluntad, porque estamos alimentando a los pobres pajarillos. Pues bien, sentimos deciros que el pan no es nada bueno para las aves. Hay varias razones, por ejemplo que el pan (sobre todo el pan blanco) tal y como se elabora en la actualidad no tiene casi ningún (por no decir ningún) nutriente, así que llena los estómagos de nuestros pequeños amigo de nada, tienen la sensación de estar llenos, y no buscan otros alimentos que sí les reporten los nutrientes necesarios para su organismo. Es especialmente perjudicial para ellos consumir pan en primavera, porque tienen crías a las que alimentar, y para ellas es absolutamente necesario alimentarse bien para sobrevivir. Así que tirar pan en los parques para que se lo coman los pajaritos, algo que a priori parece un acto de amor por los animales, resulta poco menos que dañino. Si queremos seguir alimentando a los pajarillos podemos hacerlo dándoles migas de galletas o cereales (de los del desayuno)1.

Os estaréis preguntando ¿y qué tiene esto que ver con los perros? Pues bien, tiene que ver y mucho. Mucho del pan que la gente deja en los parque y jardines para que se lo coman lo pájaros acaba en los estómagos de los perros. Esto en principio no supone un problema para ellos, aunque no es recomendable que se salgan de la dieta a la que están acostumbrados. El problema es que (queremos creer que sin mala intención) a veces el pan, ya sea blanco o integral, que se tira es más bien verde, o sea mohoso. Y aquí sí que hay problema. El moho está formado por hongos que producen micotoxinas. Incluso quitando la parte verdosa o grisácea fácilmente identificable como mohosa, los hongos pueden haberse extendido por el pan con hilos invisibles a la vista, de modo que todo el producto estaría contaminado. "Al pan, pan, y al vino, vino" y el pan con moho ya no es un alimento sino un producto tóxico que no debe ser comido ni por personas, ni por perros. Y no lo decimos nosotros, ni lo dice la "filosofía del parque", lo dijo José Juan Rodríguez Jeréz en el Congreso del que os hablamos en la entrada anterior. Este señor sabe de lo que habla, pues es el investigador principal de uno de los proyectos sobre Riesgo Biológico que se está llevando a cabo en la UAB (Universidad Autónoma de Barcelona), además de ser Doctor en Veterinaria por la UAB, Profesor Titular de Nutrición y Bromatología y Director del Postgrado en Seguridad Alimentaria de la EPSI - UAB. Así que creemos que lo que dice es cierto. 

Tirando pan en los parques no se ayuda a ningún animal. Tirando pan con moho se puede hacer mucho daño. La mejor forma de evitar que nuestro perro corra riesgos al comer comida en mal estado que encuentra por la calle es enseñándole a no hacerlo. Llevando premios a los paseos y dándole uno de vez en cuando, por ejemplo cuando le llamamos y viene a la primera, conseguiremos ser para él más atractivos que el resto de cosas que hay en la calle. Si aún así no conseguimos que deje de comer todo lo que encuentra, tendremos que poner toda nuestra atención en los paseos, ya que ellos no saben lo peligroso que puede llegar a ser comer algo en mal estado, pero nosotros si y está en nuestra mano evitarlo.

1 http://www.birdwatch.co.uk/channel/newsitem.asp?c=11&cate=__8055 

El congreso.

Como ya apuntamos en nuestra página de facebook, el fin de semana del 16 y 17 de marzo, asistimos en Lleida al I Congreso de Profesionales de la Salud en Intervenciones Asistidas con Animales (IAA) y Perros de Alerta Médica. Llevamos una semana dándole vueltas a cómo describir con palabras la experiencia, porque no es nada fácil. Emocionante es la palabra que más se nos viene a la cabeza, pero ¿cómo se transmite la emoción? Se nos ocurrió hacer un breve resumen del congreso, con una lista de ponentes y apuntando lo más destacable de cada intervención. Pero la verdad es que la lista de ponentes la podéis encontrar en la página web del congreso y extraer sólo una pequeña reseña de cada ponencia no haría justicia alguna a lo que en realidad fue su desarrollo.

Encontramos en este congreso un montón de gente que comparte nuestro mismo objetivo, dar valor a la función de las IAA como terapia complementaria, no curativa ni alternativa, sino complementaria. Conocimos a personas que llevan años trabajando (Isabel Salama) para hacer que lo que antes era poco más que un sueño, sea ahora una realidad. Personas que desarrollan sus proyectos en base a una exhaustiva planificación, para que el trabajo real recaiga en el terapeuta, no en los animales (Juan Vives Vilaroig). Personas que unen sus conocimientos en muy diferentes materias porque ven posibilidades en el trabajo con perros más allá de lo que por ahora conocemos (Marga Macías Masana y José J. Rodriguez Jerez). Vimos muchísimas ganas de trabajar, y de hacerlo bien (Paco Martín Zarzuelo). Conocimos a gente con mucha imaginación (Vanessa Carral Portilla) y con la capacidad de poner sus ideas al servicio de los demás. Vimos proyectos para nosotros inimaginables, pero que se están llevando a cabo, y no sólo en Gran Bretaña (Nuala Gradner y Claire Guest) y en Estados Unidos (Dr. Aubrey H. Fine), sino que también supimos de proyectos simplemente increíbles que funcionan en Cataluña (Eva Domènec Elizalde, Francisco Lozano Olea, Maylos Rodrigo Claverol). Proyectos avalados por equipos de profesionales que basan sus estudios en el rigor científico (Joan Antoni Prat Subirana y Lluís Rosello Aubach). 

Dos de las cosas que más nos han sorprendido y gustado son, primero la humildad y cercanía de todos los ponentes y segundo el interés que tienen todas estas personas por colaborar los unos con los otros, por compartir sus trabajos de investigación, sus estudios, sus proyectos, sus experiencias y todo lo necesario para que todos los que nos dedicamos a esto tengamos libre acceso a ellos, y podamos trabajar como un gran equipo.

¿Para qué nos ha servido asistir a este congreso? Para seguir creyendo en las Intervenciones Asistidas con Animales, para volver con fuerzas renovadas, para conocer a las personas que lo han hecho posible, que lo siguen haciendo posible. Para sentirnos muy pequeñitos, pero a la vez para sacar la fuerza de donde sea para seguir formándonos y trabajando en algo que nos apasiona y que sabemos con certeza que sirve para algo, para darnos cuenta de que es posible, que no estamos solos, que somos muchos y sobre todo que merece la pena. 

Al mal tiempo...

Todos sabemos que la actividad física es fundamental para nuestros perros. Un mínimo de tres salidas diarias es lo recomendable. A ser posible que de estas salidas haya al menos una que sea más larga y en la que los perros puedan correr, jugar, olisquear, etc. a su aire, o sea sueltos. Esto de soltar a los perros se nos está poniendo más que difícil en algunas poblaciones, pero de eso hablaremos en otra entrada. Hoy lo que nos ocupa es el asegurarnos de proporcionar a nuestros perros la actividad que necesitan.

Hay perros a los que no les gusta la lluvia, alguno hay que camina más despacio y se para debajo de los árboles, alguno hay que ni siquiera quiere salir del portal de casa cuando llueve. También hay propietarios a los que no les hace demasiada gracia alargar los paseos cuando llueve. Y por supuesto hay perros y propietarios a los que no les importa en absoluto y disfrutan de sus paseos igualmente llueva o no.

En estos días en los que el tiempo no acompaña, o si por cualquier otra razón no podemos alargar las salidas a la calle tanto como quisiéramos, podemos complementar la actividad física con actividad mental. De hecho es más que recomendable potenciar esta actividad mental a diario, ya que es tan necesaria como la física para el buen desarrollo del cuerpo y la mente de nuestros perros.

Podemos jugar a la pelota, aunque en casa... es algo peligroso. Existen juguetes especialmente diseñados para que el perro se entretenga y a la vez piense, por ejemplo los juguetes de la gama Kong. Hay diferentes tamaños y modelos que se adaptan a cualquier edad y tipo de perro. Son de especial ayuda para cachorros que están cambiando los dientes, cuando muerden todo lo que encuentran. Suelen ser juguetes que se pueden rellenar con premios, el perro tiene que probar a sacarlos, siendo el juego una recompensa en sí.  

También hay juguetes en los que el perro tiene que idear cómo conseguir los premios escondidos, por ejemplo los que consisten en cajitas con asas de cuerda. Dentro de las cajas metemos premios y el perro tiene que pensar cómo abrirlas para comerse los premios. Hay multitud de juguetes de este tipo, que mantienen al perro entretenido mientras usa su mente. 

Y si no podemos o no queremos comprar juguetes, con algo de maña y un poco de bricolaje podemos hacer juguetes caseros, siempre evitando usar piezas pequeñas que el perro pueda tragarse y materiales nocivos. 

Y cómo no, podemos recurrir al viejo truco de esconder premios por casa o en el jardín (si tenemos). Nuestro perro pasará un buen rato usando su olfato para buscar los premios.

Cada uno conoce a su perro y puede usar su imaginación para "inventar" el juego que más le pueda gustar. De esta forma pasaremos tiempo de calidad con nuestro perro y reforzaremos nuestro vínculo con él.

La diversión no siempre tiene por qué estar fuera de casa, podemos hacer, si nos lo proponemos, que un día de lluvia también puede ser divertido. Y tras un buen rato de juegos en casa, nuestro perro acabará tan satisfecho que necesitará una buena siesta.

Respeto.

Como ya comentamos en la primera entrada de este blog, creemos que unos de los pilares fundamentales a la hora de hablar de relaciones entre seres que conviven, es el respeto. 

En ocasiones, para entender bien un concepto, hay que hablar de su opuesto, ¿se entiende mejor el blanco si lo contraponemos al negro? ¿somos más conscientes de la paz en la que vivimos cuando vemos imágenes de las guerras que suceden en otras partes del mundo? Creemos que conocer "la otra cara de la moneda" ayuda a conocer mejor ésta en la que estamos. 

Hoy en concreto para hablar de respeto, vamos a hablar de la falta de respeto.  Y una gigantesca falta de respeto cuando hablamos de perros, o más bien de propietarios, es el no recoger las cacas de nuestros perros.

¿A quiénes faltamos al respeto no recogiéndolas? En primer lugar a los perros, ¿por qué? porque son ellos a quienes se mira mal, a quienes se insulta, a quienes se amenaza con patadas y barbaridades del estilo. En segundo lugar, faltamos al respeto al resto de personas que conviven con nosotros, vecinos, usuarios de parques, niños, ancianos... Cualquier persona en realidad, porque no podemos (ni queremos) evitar que los perros hagan sus cosas donde les urja, ya sea en la acera, en el verde, en la carretera, al lado de la farola, etc. Lo que sí podemos evitar es dejarlo ahí. Y en tercer lugar nos faltamos al respeto a nosotros mismos. 

¿A quién le gusta encontrarse las aceras y los parques llenos de caca de perro? A nadie. No recoger los excrementos sólo da más argumentos a aquellos que no respetan la vida animal. Y no es lógico que nosotros mismos, que supuestamente defendemos y amamos esa vida, les demos ni un sólo argumento que puedan usar en nuestra contra. 

No queremos ni podemos obligar a nadie a que le gusten los perros, pero sí que podemos intentar que al menos no les odien. Hagámoslo por ellos.

El curso ideal.

En Conperros nos estamos planteando ofrecer un curso para propietarios de perros. Al ver curso y perros en la misma frase es probable que se nos vengan a la cabeza cursos de adiestramiento u obediencia canina. Nosotros hemos pensado en un curso que, sin pasar por alto la educación, se centre más en intentar comprender a los perros como animales con múltiples capacidades, entre ellas las de sentir, pensar y aprender.

Se nos ocurren mil cosas que podríamos compartir con vosotros, propietarios de perros interesados en nuestro curso. Pero también se nos ocurre que vosotros sois quienes mejor sabéis qué es lo que necesitáis aprender, qué es lo que falla en vuestra relación con vuestro perro, qué os preguntáis y nadie os responde. 

Así que desde aquí os planteamos la siguiente pregunta: ¿Qué temas os interesaría tocar en un curso para propietarios de perros ideal? 

No seáis tímidos y contestad, aquí, en nuestra página de Facebook, en Twitter, en nuestra web, por teléfono, por correo electrónico... ¡será por posibilidades! Somos Conperros en todos lados, y sólo somos eso, "con perros". 

El blog de Conperros.

Desde ya mismo queremos agradecer a todos los que nos leáis vuestro tiempo y que compartáis con nosotros el interés en hacer que la vida con nuestros perros sea la mejor vida posible. Éste es el objetivo fundamental de este blog, así como de nuestra asociación Conperros. Nos gustaría compartir con vosotros lo poco o mucho que sabemos de los perros, no sólo en temas de educación, sino en todo aquello que nos pueda ayudar a entender a nuestros compañeros. Los pequeños detalles que al fin  y al cabo son los que hacen una vida. Creemos que toda relación entre seres que conviven debe basarse en el respeto, la comunicación y la confianza. Sabemos que es así (o al menos debería) entre personas, pero ¿qué pasa cuando entra un perro en nuestras vidas? Los tres pilares fundamentales de la relación necesitan cimientos, no surgen de la nada, y como cualquier cosa que merezca la pena requieren de un esfuerzo. ¿Estamos dispuestos a aceptar el reto? ¿A esforzarnos en conseguir la mejor de las relaciones con nuestros perros? ¿A cambiar el chip en muchas cosas y a abrir la mente en muchas otras? Si la respuesta es sí, aquí intentaremos ayudaros a conseguirlo.