viernes, 8 de marzo de 2013

Al mal tiempo...

Todos sabemos que la actividad física es fundamental para nuestros perros. Un mínimo de tres salidas diarias es lo recomendable. A ser posible que de estas salidas haya al menos una que sea más larga y en la que los perros puedan correr, jugar, olisquear, etc. a su aire, o sea sueltos. Esto de soltar a los perros se nos está poniendo más que difícil en algunas poblaciones, pero de eso hablaremos en otra entrada. Hoy lo que nos ocupa es el asegurarnos de proporcionar a nuestros perros la actividad que necesitan.

Hay perros a los que no les gusta la lluvia, alguno hay que camina más despacio y se para debajo de los árboles, alguno hay que ni siquiera quiere salir del portal de casa cuando llueve. También hay propietarios a los que no les hace demasiada gracia alargar los paseos cuando llueve. Y por supuesto hay perros y propietarios a los que no les importa en absoluto y disfrutan de sus paseos igualmente llueva o no.

En estos días en los que el tiempo no acompaña, o si por cualquier otra razón no podemos alargar las salidas a la calle tanto como quisiéramos, podemos complementar la actividad física con actividad mental. De hecho es más que recomendable potenciar esta actividad mental a diario, ya que es tan necesaria como la física para el buen desarrollo del cuerpo y la mente de nuestros perros.

Podemos jugar a la pelota, aunque en casa... es algo peligroso. Existen juguetes especialmente diseñados para que el perro se entretenga y a la vez piense, por ejemplo los juguetes de la gama Kong. Hay diferentes tamaños y modelos que se adaptan a cualquier edad y tipo de perro. Son de especial ayuda para cachorros que están cambiando los dientes, cuando muerden todo lo que encuentran. Suelen ser juguetes que se pueden rellenar con premios, el perro tiene que probar a sacarlos, siendo el juego una recompensa en sí.  

También hay juguetes en los que el perro tiene que idear cómo conseguir los premios escondidos, por ejemplo los que consisten en cajitas con asas de cuerda. Dentro de las cajas metemos premios y el perro tiene que pensar cómo abrirlas para comerse los premios. Hay multitud de juguetes de este tipo, que mantienen al perro entretenido mientras usa su mente. 



Y si no podemos o no queremos comprar juguetes, con algo de maña y un poco de bricolaje podemos hacer juguetes caseros, siempre evitando usar piezas pequeñas que el perro pueda tragarse y materiales nocivos. 

Y cómo no, podemos recurrir al viejo truco de esconder premios por casa o en el jardín (si tenemos). Nuestro perro pasará un buen rato usando su olfato para buscar los premios.

Cada uno conoce a su perro y puede usar su imaginación para "inventar" el juego que más le pueda gustar. De esta forma pasaremos tiempo de calidad con nuestro perro y reforzaremos nuestro vínculo con él.

La diversión no siempre tiene por qué estar fuera de casa, podemos hacer, si nos lo proponemos, que un día de lluvia también puede ser divertido. Y tras un buen rato de juegos en casa, nuestro perro acabará tan satisfecho que necesitará una buena siesta.





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